data real: 2022 . 11 . 17 | 15:34
Primera carta.
La inminente cuestión cuestionable de la edad comenzó a buscar una manera de hacerme dudar de mi misma; por ello quiero recordarte letrero:Solías tararear para ti y para mi. Cuando no conocías más allá de lo que te dieron, solías tomarlo y despedazarlo para luego volver a unirlo. Y golpeabas, escuchabas, cerrabas tus ojos y finalmente cantabas para mi.Solías mirar a la nada e imaginabas cómo sería poder mover tu cuerpo adecuadamente, eras la guitarra de tu música tensando el torso libremente, la única que se permitiría golpear percusiones en las curvas de tu cuerpo, aquella cuyas teclas jamás se desafinaban por que te tenías.Ahora no puedo decir que sea así, conociste más allá de tu mundo y quisiste abandonarlo para incursionar en otros; aprender de ellos para ampliar nuestro cosmo.No puedo relatarlo en un solo párrafo, no ahora, debo pensarlo bien ¿sabes? Entre más crecemos la manía de sobre analizar y buscar porque nos sentimos así o porque lo queremos o hacía donde vamos se consolida en nosotras letrero.Devolviendome un poco en mi desvarío te revelaré aquello que te debo pensar; el hecho de que dejastes de tocar para nosotras, tú propia música.Fuimos incapaces de seguir tocando adecuadamente la instrumental pero memorizamos nuevas canciones. No nuestras pero que de igual forma nos consolaron.Dos son las que más me saben a ti, porque fueron las que iniciaron nuestra búsqueda empedernida dentro de esos mundos. Fuí feliz cuando nos empapamos en ellas, fuiste incluso más feliz que con los cantantes que se habrían paso en la radio, quizá porque nos presentaban una historia que ya conocíamos. Porque los conocíamos.Dentro de todo abandonar nuestro mundo no fue tan malo, conocimos nuevos territorios y como consecuencia ampliamos el nuestro; tal vez lo único que lamento fue perder esa primera parte de ti, letrero.Esto es lo que quiero que recuerdes: tu solías cantar en la soledad entre personas que jamás te vieron realmente, te escuchabas incluso cuando te perdías en esa cabecita tuya. Fueron tus cuerdas vocales las que nos llevaron a navegar o nos anclaron a esta realidad tan cuestionable que nunca nos permitimos cuestionar verdaderamente.Y luego en esos días que tu pequeña cabeza colapsó y desbordó en un desastre de emociones y resentimientos que no entendías, nos consolaste como nadie nunca lo hizo, como nadie nunca entenderá. Me salvaste o me ayudaste, me diste ese consuelo momentáneo que nos mantiene a flote.Eso es todo.
Buenas noches; letrero espacial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡fomenta el respeto cuidando tu forma de expresar! ‹3