¿no encenderás una pequeña luz para nosotros ahora?
Donde las tardes llegan antes;
Las estrellas juegan a pescar deseos
tomamos chocolate y nubes leemos
mientras que en las noches de ruidos
la luz del silencio encendemos.
Barcos y aviones de papel nos embarcan
llenos de letras e idealismo confuso
y sin embargo los archivamos como tesoros
los protegemos como hadas a sus caramelos
Cuando los momentos son difíciles
y nuestro corazón se desplaza
lo tiramos como leña a la chimenea
mientras el alumbre abraza nuestra alma
Nos volvemos carbón, negro ardiente
y sin temer a que alguien nos juzgue
ardemos hasta volvernos ascuas
para levantarnos de las cenizas
Miramos y contamos sin pena nuestro albedrio
nos reímos de la vida problemática
bailamos sobre el techo mientras borrasca
recitando sobre el amor y la desdicha del mundo
Ahí podrás encontrarnos
cantando entre murmullos
la rapsodia de odio que el viento trajo
y pintando patrones con acuarelas en lienzos
caemos en calma y nos incendiamos.
Como fuegos artificiales
alimentando el faro flotante.

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